Mausoleo de Juan Martín Díez "El Empecinado" - Burgos

Mausoleo del Empecinado - Cara Oeste

* Mausoleo que custodia los restos del héroe de la Guerra de la Independencia Española Juan Martín Díez "El Empecinado".

* Se encuentra en la calle Fernán González de la ciudad de Burgos (Castilla y León, España).

* Cuenta con leyendas alusivas en sus caras y está rematado por un obelisco. [Ver AQUÍ]

* El monumento​ fue costeado mediante suscripción popular, "voluntaria" se especifica, abierta a partir de 1842. 


Mausoleo del Empecinado

 
09003 BURGOS
 
Oficina de Turismo: +34 947 28 88 74

Sombras de Mayo [Ver AQUÍ]

Mitos y memorias de la Guerra de la Independencia en España (1808-1908)

Christian Demange, Pierre Géal, Richard Hocquellet, Stéphane Michonneau y Marie Salgues 

"Un siglo de monumentos a la Guerra de la Independencia", por Pierre Géal [Ver AQUÍ]

La figura del Empecinado no suscita sólo el proyecto de Alcalá: en 1837, con motivo de la entrega a las Cortes de las esposas que ligaron las manos del guerrillero, las Cortes aprueban el mensaje de agradecimiento de la Comisión de Recompensas Nacionales, en el que se emite el deseo de que se construya un monumento a este «ilustre defensor de la independencia y la libertad de España» en la villa de Roa (donde murió), cuando las circunstancias lo permitan [51]. No se cumple este deseo en los años inmediatamente posteriores, pero las gestiones del hijo del héroe, Juan Martín, van a resultar decisivas: a petición suya, el gobierno autoriza en 1842 al jefe político de Burgos a abrir una suscripción nacional para erigir un monumento en Roa [52]. Juan Martín participa en una comisión, presidida por el diputado progresista Manuel de la Fuente Andrés, que se forma en 1843 para dar un nuevo impulso a la suscripción, hasta entonces poco fructífera. Una Real Orden de noviembre de 1843 viene a recompensar estos esfuerzos: la comisión recibe el encargo oficial de realizar el monumento, para lo cual las autoridades públicas deberán prestarle su ayuda. Invocando la comisión ciertas «dificultades» con el Ayuntamiento de Roa, obtiene del gobierno en 1846 que el proyecto (para el cual se había aprobado en 1844 el obelisco diseñado por el arquitecto Agustín Marcoartu) se realice en Burgos. Parece que las obras están concluidas a la altura de abril de 1848, pero en 1854, a raíz de la urbanización que deja cada vez menos espacio en torno al monumento, el Ayuntamiento de Burgos decide trasladarlo desde su emplazamiento inicial (el terreno del ex-convento de la Victoria) a la entrada del Campo Santo, lo cual se lleva a cabo a principios de 1855 (fig. 2, p. 149). La ceremonia «cívico-religiosa» organizada el 18 de febrero de 1856 para la traslación de los restos mortales del héroe [53] culmina de la forma más solemne el proyecto iniciado en 1837, con la expresión de un patriotismo perfectamente definido por el consejo dado poco antes por el alcalde de Burgos a M. de la Fuente:

La fiesta es en su esencia cívica; militar porque se trata de un general; relijiosa [sic] porque de restos humanos, que tienen algo de sagrados. Por tanto yo creo que la presidencia corresponde á la autoridad civil; pero no tengan V. V. el menor conflicto por esto [54].

NOTA: El ex-convento de la Victoria se encontraba en el actual Paseo de la Audiencia. Por su parte, el antiguo Campo Santo ocupaba los terrenos del que después fue Seminario Mayor (actualmente, Universidad Isabel I y un hotel). 


Ver Estatua en Roa de Duero (Burgos)

Ver Estatua en Castrillo de Duero (Valladolid)

Ver Busto en Alcalá de Henares (Madrid)

Leyenda de la cara Este

LA PATRIA RECONOCIDA

CONSAGRA ESTE MONUMENTO

DE HONOR Y DE GLORIA

POR SUSCRICIÓN [sic] VOLUNTARIA

AÑO DE MDCCCXLVIII

En la cara Oeste dice: 

A LA LEALTAD

AL PATRIOTISMO

AL VALOR HEROICO

DEL MODERNO CID CASTELLANO

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e6/Burgos_-_Monumento_a_El_Empecinado.jpg
Mausoleo del Empecinado - Caras Norte y Oeste - Imagen de Wikimedia

Jardines del Mausoleo del Empecinado, con plazoleta circular al Oeste [No confundir con Paseo del Empecinado]

* Antiguamente, aproximadamente en ese mismo lugar se levantaba la Iglesia de Ntra. Sra. de Viejarrúa, ya desaparecida. [Ver AQUÍ la imagen de Ntra. Sra. de Viejarrúa, que se conserva en el museo de la Iglesia de San Nicolás de Bari]

* Ese tramo de la calle Fernán González da acceso al Arco de Fernán González, la Universidad Isabel I, el Solar del Cid y el Arco de San Martín. En la Edad Media su nombre era Viejarrúa o Vejarrúa ("calle vieja") y lindaba con la judería y la morería de la ciudad.

Inocencio Cardiñanos - La judería y la morería de Burgos, junto con las iglesias cristianas - Rodeada en rojo, Ntra. Sra. de Viejarrúa

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ed/Juan_Mart%C3%ADn_D%C3%ADez.jpg
Juan Martín Díez "El Empecinado", por Goya - Imagen de Wikimedia

Juan Martín Díez, llamado «el Empecinado» (Castrillo de Duero, 2 de septiembre de 1775-Roa, 19 de agosto de 1825), fue un militar español, héroe de la guerra de la Independencia Española, en la que participó como jefe de una de las guerrillas legendarias que derrotaron repetidas veces al ejército napoleónico. Su figura fue tratada por Benito Pérez Galdós en la novela Juan Martín El Empecinado, parte de los Episodios nacionales, y retratado por Francisco de Goya.

Biografía

Primeros años

Juan Martín Díez, «El Empecinado», nació el 2 de septiembre de 1775 en Castrillo de Duero (Valladolid). Hijo de un próspero campesino, fue labrador (hoy día se conserva su casa en su localidad). Su partida de bautismo se encuentra en el Archivo Diocesano de Valladolid, y dice así:

En cinco días del mes de septiembre de mil setecientos setenta y cinco y en la parroquia de esta villa de Castrillo de Duero, yo, el infrascrito cura propio de ella, bauticé solemnemente a Juan, hijo legítimo de Juan Martín y Lucía Diez, vecinos de esta villa y en ella casados y velados, él natural de Castro de Fuentidueña y ella natural de esta villa; sus abuelos paternos Juan Martín y Micaela Sancristobal, naturales de dicho Castro de Fuentidueña; los maternos Andrés Díez y Lucía González, vecinos de esta villa, el natural de Olmos y ella de esta villa, fue su padrino Gregorio González, vecino de esta villa, a quien advertí del parentesco espiritual y demás obligaciones: nació el dicho niño el día dos de dicho mes y año y para que conste lo firmo ut supra. Don José de Subirán.

A los naturales de Castrillo se les llamaba con el mote de «empecinados», por un arroyo, llamado Botijas, lleno de pecina (el cieno verde de aguas en descomposición) que atraviesa el pueblo y se cree que de ahí le venga el apodo a este personaje.

Desde muy joven tuvo vocación militar. A los dieciocho años se enroló en la campaña del Rosellón (Guerra de la Convención, de 1793 a 1795). Esos dos años que duró la contienda fueron para él un buen aprendizaje en el arte de la guerra, además de ser el comienzo de su animadversión hacia los franceses.

En 1796 se casó con Catalina de la Fuente, natural de Fuentecén (Burgos) y en este pueblo se instaló como labriego hasta la ocupación de España por el ejército de Napoleón en 1808, suceso en el que decidió ir a combatir a los invasores. Se cuenta que la decisión la tomó a raíz de un hecho sucedido en su pueblo: una muchacha fue violada por un soldado francés al que Juan Martín dio muerte después.

Guerra de la Independencia española (1808-1814)

A partir de este suceso, organizó una partida de guerrilleros compuesta por amigos y miembros de su propia familia. Al principio su lugar de acción estaba en la ruta entre Madrid y Burgos. Más tarde combatió con el ejército español en los inicios de la Guerra de la Independencia Española: en el puente de Cabezón de Pisuerga (Valladolid) el 12 de junio de 1808; y en Medina de Rioseco (Valladolid), batalla que se libró el 14 de julio de ese mismo año. Fueron estas batallas perdidas y en campo abierto las que le hicieron pensar que obtendría mejores resultados con el sistema de guerrillas y así comenzó con éxito sus acciones bélicas en Aranda de Duero, Sepúlveda, Pedraza y toda la cuenca del río Duero.

En 1809 fue nombrado capitán de caballería. En la primavera de ese mismo año su campo de acción se extiende por las sierras de Gredos, Ávila y Salamanca, para seguir después por las provincias de Cuenca y Guadalajara.

El cometido principal de estas guerrillas era dañar las líneas de comunicación y suministro del ejército francés, interceptando correos y mensajes del enemigo y apresando convoyes de víveres, dinero, armas, etc. El daño que se hizo al ejército de Napoleón fue considerable, de tal manera que nombraron al general Joseph Léopold Sigisbert Hugo como «perseguidor en exclusiva» del Empecinado y sus gentes. El general francés, después de intentar su captura sin conseguirlo, optó por detener a la madre del guerrillero y algún familiar más. La reacción de Juan Martín fue endurecer las acciones bélicas y amenazar con el fusilamiento de 100 soldados franceses prisioneros. La madre y los demás fueron puestos en libertad.

En 1810 tuvo que refugiarse en el castillo de la ciudad salmantina de Ciudad Rodrigo, al que pusieron sitio los soldados franceses.

En 1811 estuvo al mando del regimiento de húsares de Guadalajara y contaba en ese momento con una partida de unos 6000 hombres.

En 1812, tras abandonar Brihuega (Guadalajara) se traslada a Torija (Guadalajara) decidió volar el castillo de Torija para que las tropas francesas no pudieran hacerse fuertes en el recinto.

En 1813, el 22 de mayo, ayudó en la defensa de la ciudad de Alcalá de Henares y en el puente de Zulema, sobre el río Henares venció a un grupo de franceses que le doblaban en número. Más tarde, Fernando VII daría su consentimiento para que la ciudad de Alcalá levantara una pirámide conmemorativa de esta victoria. Pero en 1823, este mismo rey ordenó su destrucción por ser símbolo de un «liberal»; aunque en 1879 los complutenses volvieron a levantar otro monumento al Empecinado, al que percibían como su liberador. Dicho monumento ha llegado a nuestros días.

En 1814, Juan Martín es ascendido a mariscal de campo, y se gana el derecho a firmar como el Empecinado de forma oficial, mediante Real Orden de 9 de octubre. 

[Continuar leyendo AQUÍ

Gol y Agustín Garriga llevan su historia al cómic. [Ver AQUÍ]

El Círculo Cultural en Burgos recuerda la historia y la importancia de este héroe de la Independencia.

Exhumación de los restos del Empecinado en Roa

Traslado temporal a la iglesia de la villa, el 2 de julio de 1844

La Posdata (Madrid), 9-7-1844, página 2

Roa 4. -Hoy tengo que comunicar a Vd. la exhumación de los restos del malogrado general don Juan Martín el Empecinado, y su traslación a la insigne iglesia colegial de esta villa, verificada en la mañana del 2 del corriente. En efecto, por órdenes del ministro de la Gobernación, trasladadas al jefe superior político de esta provincia, comisionó esta al alcalde constitucional de esta villa para que con todo esmero pasase al sitio donde yacían los restos del valiente patriota el Empecinado y fuesen trasladados a la iglesia colegial de esta villa, en donde permaneciesen custodiados hasta su ulterior colocación en el monumento que se ha de edificar en la Plaza Mayor y sitio en donde acabó el general sus días.

Cinco testigos presenciales de su entierro asistieron a la extracción de los citados restos, acompañados de la autoridad, cuatro facultativos del arte de curar y otras personas notables. Como a vara y media de profundidad se encontraron los huesos de este héroe en la misma postura que fue enterrado y con tales señales que todos vieron los huesos fuertes y valientes que hicieron temblar tantas veces a los enemigos de la patria. Una alpargata y pedazos de la túnica vinieron a confirma más ser el esqueleto del difunto. Una inspección facultativa hecha por las reglas del arte y el conocimiento que de su persona se tenía, hicieron palpable ser este el cadáver que se buscaba. Colocados los huesos en una hermosa y lúgubre urna mortuoria, fueron puestos a la expectación pública hasta las diez de la mañana del 2, en que fueron trasladados a la citada iglesia. Un concurso numeroso de lo más florido de la población, sin distinción de matices políticos, con hachas de cera, y el cabildo capitular eclesiástico con las cruces de las tres parroquias, acompañando el ayuntamiento en cuerpo, se personó a la puerta de la ermita de Santa Lucía, contigua al campo santo, en donde los sacerdotes entonaron el salmo exultabunt ossa humiliata, que parecía haber sido dictado providencialmente para este caso particular. Las autoridades dijeron unas palabras en memoria del héroe, y con los cánticos tristes y sublimes de nuestra santa religión comenzó a caminar este triste acompañamiento con la mayor devoción y recogimiento, hasta la dicha insigne colegial, atravesando por entre un gran número de personas forasteras que había atraído la casualidad de ser día de mercado tan concurrido como es este. La caja fue conducida por los licenciados D. Bernardo de Olavarría, don Trifón de la Fuente, D. Rafael de la Fuente y D. Bernardo González Mañero, juez cesante de primera instancia de León. Presidian el duelo el ya dicho alcalde don Cenón Bombín, y el juez de primera instancia de este partido D. Remigio Salomón. Entre las personas notables que asistieron se veía al licenciado D. José Nieto, jefe político cesante de Burgos y al licenciado D. Patricio de Olavarría, antiguo editor del Huracán.Todos los concurrentes iban con traje de luto según estilo del país.

Arco de Santa María - Placa que recuerda el temprano levantamiento de burgaleses ante la "francesada"



 

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